To top
25 Dec

Tolerancia a la frustración navideña

Creo que una de las mejores cosas que podemos dar a nuestros hijos, y más ahora en Navidad, es una caja con las herramientas necesarias para incrementar su tolerancia a la frustración.

No me gusta la Navidad, lo confieso, es excesiva para mí. Demasiadas luces, demasiados villancicos, demasiados juguetes, demasiados consejos… Intento aprovechar estos días para buscar todo lo bueno que hay en mi vida e imitar a los niños, porque ellos son capaces de vivir el momento como si no hubiera mañana y no necesitan tantas cosas como pensamos los adultos.

Mi Principito particular había pedido dos cosas a Papá Noel este año, pero, por circunstancias de la vida, sólo ha recibido una, la más cara. Yo temía que, al esperar dos, no valorara el regalo que recibía y tenía ya preparado mi discursito. Pero no me ha hecho falta, él mismo me ha dicho, con una sonrisa en la boca: ‘mamá, Papá Noel no me ha traído más que un regalo, pero no me importa, porque seguro que al ser éste muy caro, el otro se lo ha llevado a otro niño. Además, ¡éste me encanta!’.

A veces los adultos menospreciamos el poder de los niños para ser felices. Pensamos que su felicidad depende de nosotros, de lo que podemos comprarles, pero no, no es así. Lo mejor que podemos darles son las herramientas para ser felices. La tolerancia a la frustración es una de ellas, porque la vida casi nunca es como nosotros queremos o esperamos.

Estoy muy orgullosa de él. No sólo no me ha hecho falta el discurso moralizante que preveía, sino que yo misma no lo hubiera dicho mejor. Y es que la felicidad no consiste en tener lo que se quiere, sino en querer lo que se tiene.

¡Feliz Navidad!

Ana Díaz

Periodista.

No Comentarios

Leave a reply